México
ha sido tradicionalmente criador de guajolotes, aunque hasta antes de los años
60, la cría de esta importante ave se venía realizando a través de los métodos
ancestrales, careciendo de técnica y resultando en bajos rendimientos, las
explotaciones eran pequeños criaderos donde se explotaban guajolotes criollos
que eran destinados al abasto de mercados regionales, y principalmente al
mercado de centros urbanos en época navideña.
Las
primeras importaciones de guajolotes mejorados a México fueron realizadas a
mediados de la década de los cincuenta, época en la que una empresa privada del
estado de sonora (Jerome Mesoro, en la actualidad Bachoco) importo de los EUA
un lote de guajolotes comerciales para engorda de la variedad bronceada,
iniciándose con esto la producción tecnificada del guajolote en México.
Otra
zona que tuvo una importante participación en el desarrollo de la explotación
comercial del guajolote en México es Nuevo casas grandes Chihuahua (Pavos
Parson), en la que a finales de la década de los 60´s una compañía inicia en
esta zona la engorda de guajolotes, comprando anualmente de 10 mil a 15 mil
aves recién nacidas a la empresa productora de guajolotes establecida en
Sonora, posteriormente, a partir de 1969, esta empresa integra sus procesos,
comienza con el manejo de reproductoras
y la importación anual de reproductoras Broad Breast White, obteniendo a
partir de 1970 un promedio de 220 mil guajolotes recién nacidos hasta el año de
1975 que la cifra creció a 270 mil guajolotes.
En
la actualidad la producción de guajolotes es una actividad que se continúa
desarrollando prácticamente en todo el país mediante tres formas de producción
perfectamente diferenciado por los niveles tecnológicos que se aplican en cada
uno de ellos y que de alguna forma se encuentran vinculados al mercado de
destino del producto final.
Uno
es el de tipo rural o de traspatio que se practica en la mayoría de las
comunidades rurales del país en las que crían pequeños lotes de guajolotes
criollos que van desde un par y hasta 50 o 100 guajolotes y bajo este sistema
se produce una importante cantidad de estas aves.
Eustaquio
Martín Briceño, de 70 años de edad, cría aves de traspatio en una pequeña
granja que tiene en un lote que logró adquirir en la periferia de la cabecera
de Tzucacab.
El
sistema semitecnificado que es el de mediana participación en la producción Mexicana
de guajolotes y que se practica en las regiones norte, centro, bajío, Y sureste
del país
Granjas de producción de pavos Viridiana
Granjas
de producción de pavos Viridiana
Uno de los corrales de la granja Cocotla, en
Texcoco, estado de México, donde se crían guajolotes con alimentos naturales y
sin utilizar hormonas Foto Javier Salinas Cesáreo; Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2010/04/16/estados/030n1est
Granjas
semitecnificadas de Pavos Parson
El otro sistema productivo es el que corresponde a la producción tecnificada de
guajolotes que se practica principalmente en los estados de Chihuahua (pavos
Parson) y Yucatán (pavos Viridiana), destinando el 70% su producción al abasto
del mercado de fin de año y el 30% a la producción de subproductos.
Casetas
de producción tecnificada de guajolote de Pavos Parson
Aunque
la producción de carne de guajolotes es una actividad que se practica en todo
el país principalmente mediante la producción de tipo familiar o de traspatio,
la alta especialización requerida para la cría y explotación de esta especie y
la arraigada tradición productiva establecen una fuerte concentración hacía
pocos estados del país como lo son Chihuahua y Yucatán en donde se encuentran las
dos empresas con las dos marcas que dominan esta alta especialización en la producción
que lo vemos en los productos de las marcas Pavos Parson y Pavos Viridiana.
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