En esta entrada
quiero abordar las enfermedades que actualmente afectan la producción del
guajolote y que son esencialmente la influenza Aviar, el Newcastle, viruela y
el buche penduloso, trataremos de dar un panorama general de cada una de las
anteriormente listadas enfermedades; empezamos con una de las enfermedades de
gran importancia dado sus consecuencias y efectos negativos a nivel sanitario y
económico y que actual mente algunos ya llaman pandemia.
Influenza aviar
La influenza es
una enfermedad viral cuya presentación varía enormemente desde la ausencia de
signos hasta lesiones severas incluso la muerte espontanea.
Influenza aviar
Es una
enfermedad viral aguda que afecta a las aves, ocasionada por cualquier virus de
influenza tipo A, capaz de producir una gran variedad de signos y lesiones a
nivel digestivo, respiratorio y nervioso cuya presentación puede ir ligera a muy
severa.
Etiología
El agente causal
de la enfermedad es un ORTHOMIXOVIRUS, virón ARN envuelto en cadena simple y simetría
helicoidal con un diámetro aproximado de 100mm. De acuerdo a las características
antigénicas de la nucleoproteína, los virus de influenza se han clasificado en
3 tipos: A, B Y C, Dentro de cada tipo se les calcifica serológicamente según
las características antígenas de la neuroamidasa y la hemoaglutinina. La composición
antigénica de la nucleoproteína varía muy poco, por eso solo existen tres tipos
de virus, pero los antígenos presentes en la hemoaglutinina y en la
neuroamidasa cambian constantemente, hasta ahora se conocen 14 tipos de
hemoaglutinina y 9 tipos de neuroamidasa, haciendo un gran número de posibles
combinaciones antigénicas en su superficie y esa es la razón de que sea tan difícil
prevenir inmunológicamente la enfermedad.
Específicamente,
los virus de influenza aviar se han clasificado como de baja patogenicidad y
alta patogenicidad. Para que un virus sea considerado de alta patogenicidad
debe producir mortalidad mayor al 75% en pollos de 4 – 8 semanas a los 8 días
de la inoculación.
El virus de la
influenza aviar es termolábil (se destruye a 56°C/30´) y cubierto de materia de
materia orgánica como pollinaza y gallinaza es capaz de resistir hasta por 100 días.
Sin embargo, como es un virus envuelto puede ser inactivado fácilmente por
solventes lipídicos como los detergentes, de igual manera, su capacidad
infectante se destruye rápidamente con productos a base de formalina,
betapropiolactona, agentes oxidantes, éter, ácidos orgánicos, cuaternarios de
amonio, derivados fenólicos, y halógenos.
Patogenia
La infección
comienza con la destrucción de células que cubren el tracto respiratorio,
incluidos tráquea y bronquios; el virión penetra principalmente por vía aerógena
hasta la nasofaringe y se disemina por el tracto respiratorio infectando
células susceptibles cuyas membranas contienen mucoproteínas receptoras específicas.
Transmisión: la vía horizontal está plenamente
demostrada y puede ser directa, a través de secreciones de las aves enfermas
hacia las sanas; indirectamente a través de material, equipo, alimento, agua, vehículos
contaminados y vectores (aves silvestres, moscas, roedores, perros, gatos y el
ser humano).
Morbilidad: muy variable, puede
llegar al 100%.
Mortalidad: del 75 al 100%, en brotes
de alta patogenicidad; sin embargo, ésta dependerá de la especie afectada, la
cepa viral y las complicaciones que se pudieran agregar. Algunos virus causan
mortalidad el 10 al 20%.
Signos y lesiones
En una infección
con una cepa viral de baja patogenicidad, se pueden presentar signos
respiratorios leves similares a un ligero “catarro” (lagrimeo excesivo, tos,
estornudos, anorexia, fiebre, etc.) con inflamación de parpados, edema de la
mucosa traqueal, sacos aéreos engrosados con exudado fibrinoso o caseoso.
Es importante
señalar que los signos y las lesiones se presentan de manera diferente en cada
brote, de acuerdo con la virulencia y la patogenicidad de la cepa presente, y
que la aparición secundaria de otros agentes patógenos oportunistas en una
parvada puede modificar en gran medida el cuadro de la enfermedad y hacer difícil
la confirmación del diagnóstico. La asociación bacteriana es muy común en aves
infectadas por influenza.
En una infección
con una cepa viral de alta patogenicidad los signos y lesiones son mucho más
severos, pudiéndose observar inflamación y necrosis de la cresta, patas y
barbillas, deshidratación, diarrea acuosa, incoordinación, ataxia, tremor con
movimientos incoordinados de la cabeza, descenso drástico en la producción con
presencia de huevos frágiles o deformes. A la necropsia podemos encontrar
lesiones severas en el tracto respiratorio, tapones caseosos en tráquea,
neumonía, petequias serosas y mucosas (más en la mucosa de la unión ventrículo –
molleja), congestión y hemorragias de diversa magnitud en órganos internos, folículos
atrésicos, flácidos o hemorrágicos, postura intrabdominal, pancreatitis
necrosante, nefromegalgia con acúmulos de uratos, encefalitis, atrofia de timo
y de bolsa de Fabricio.
Diagnostico
Con base a estos
signos clínicos, las lesiones posmortem y estudios epizootiológicos puede establecerse
un diagnostico presuntivo, pero el diagnóstico definitivo solo puede
confirmarse mediante el aislamiento y a tipificación del virus.
El virus puede
recuperarse de muestras de tráquea, pulmón e hisopos cloacales preparando un
inoculo para aplicarlo en embriones de pollo de 10 a 11 días de edad en cavidad
alantoidea. Con el líquido amnioalantoideo, obtenido de los embriones muertos
(48 a 72 horas posinoculacion), se realiza primero una prueba de aglutinación con
glóbulos rojos de gallina y posteriormente una de inhibición de la hemoaglutinación
(IH) utilizando antígenos superficiales contra la enfermedad de Newcastle. Para
la tipificación del virus se realiza la prueba de precipitación en agar
empleando antígeno de membrana corioalantoidea.
Prevención y
control
El principal factor para evitar el ingreso
de la influenza en una parvada es no permitiendo el contacto de aves sanas con
aves infectadas o portadoras ni con material contaminado, para esto es
importante tomar estrictas medidas de sanidad y profilaxis (bioseguridad). Además
es necesario restringir el paso de aves, carne, huevo, subproductos avícolas,
provenientes de áreas en donde el virus está presente.
Vacunación
Hablar de inmunización
artificial contra influenza aviar ha generado expectación y polémica comenzando
por el hecho de que antepone limitantes tales como la gran variabilidad antigénica
que presenta el agente. Además de esto, en la mayor parte de las infecciones están
comprometidas las membranas mucosas del tracto respiratorio en donde se
requiere fundamentalmente la presencia de inmunoglobulinas A de secreción y
estas sólo se encuentran concentradas en la sangre en un 10%.
Otro aspecto importante a considerar es que
ya teniendo una vacuna efectiva contra la influenza aviar ésta deba o no ser utiliza
como medio de control o erradicación en una población en la que el agente no existía.
Bibliografía
EXAMEN GENERAL
DE CALIDAD PROFESIONAL, para medicina
veterinaria y zootecnia, material de estudio área aves; INFLUENZA AVIAR;
OCTAVIO GODOY VAZQUEZ Pp 281 -287; Edit: coordinación del sistema universidad
abierta, UNAM, 1996.
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