lunes, 27 de abril de 2015

ENFERMEDADES QUE AFECTAN LA PRODUCCIÓN DEL GUAJOLOTE

En esta entrada quiero abordar las enfermedades que actualmente afectan la producción del guajolote y que son esencialmente la influenza Aviar, el Newcastle, viruela y el buche penduloso, trataremos de dar un panorama general de cada una de las anteriormente listadas enfermedades; empezamos con una de las enfermedades de gran importancia dado sus consecuencias y efectos negativos a nivel sanitario y económico y que actual mente algunos ya llaman pandemia.

Influenza aviar

La influenza es una enfermedad viral cuya presentación varía enormemente desde la ausencia de signos hasta lesiones severas incluso la muerte espontanea.

Influenza aviar

Es una enfermedad viral aguda que afecta a las aves, ocasionada por cualquier virus de influenza tipo A, capaz de producir una gran variedad de signos y lesiones a nivel digestivo, respiratorio y nervioso cuya presentación puede ir ligera a muy severa.

Etiología

El agente causal de la enfermedad es un ORTHOMIXOVIRUS, virón ARN envuelto en cadena simple y simetría helicoidal con un diámetro aproximado de 100mm. De acuerdo a las características antigénicas de la nucleoproteína, los virus de influenza se han clasificado en 3 tipos: A, B Y C, Dentro de cada tipo se les calcifica serológicamente según las características antígenas de la neuroamidasa y la hemoaglutinina. La composición antigénica de la nucleoproteína varía muy poco, por eso solo existen tres tipos de virus, pero los antígenos presentes en la hemoaglutinina y en la neuroamidasa cambian constantemente, hasta ahora se conocen 14 tipos de hemoaglutinina y 9 tipos de neuroamidasa, haciendo un gran número de posibles combinaciones antigénicas en su superficie y esa es la razón de que sea tan difícil prevenir inmunológicamente la enfermedad.
Específicamente, los virus de influenza aviar se han clasificado como de baja patogenicidad y alta patogenicidad. Para que un virus sea considerado de alta patogenicidad debe producir mortalidad mayor al 75% en pollos de 4 – 8 semanas a los 8 días de la inoculación.
El virus de la influenza aviar es termolábil (se destruye a 56°C/30´) y cubierto de materia de materia orgánica como pollinaza y gallinaza es capaz de resistir hasta por 100 días. Sin embargo, como es un virus envuelto puede ser inactivado fácilmente por solventes lipídicos como los detergentes, de igual manera, su capacidad infectante se destruye rápidamente con productos a base de formalina, betapropiolactona, agentes oxidantes, éter, ácidos orgánicos, cuaternarios de amonio, derivados fenólicos, y halógenos.

Patogenia

La infección comienza con la destrucción de células que cubren el tracto respiratorio, incluidos tráquea y bronquios; el virión penetra principalmente por vía aerógena hasta la nasofaringe y se disemina por el tracto respiratorio infectando células susceptibles cuyas membranas contienen mucoproteínas receptoras específicas.
Transmisión: la vía horizontal está plenamente demostrada y puede ser directa, a través de secreciones de las aves enfermas hacia las sanas; indirectamente a través de material, equipo, alimento, agua, vehículos contaminados y vectores (aves silvestres, moscas, roedores, perros, gatos y el ser humano).
Morbilidad: muy variable, puede llegar al 100%.
Mortalidad: del 75 al 100%, en brotes de alta patogenicidad; sin embargo, ésta dependerá de la especie afectada, la cepa viral y las complicaciones que se pudieran agregar. Algunos virus causan mortalidad el 10 al 20%.

Signos y lesiones

En una infección con una cepa viral de baja patogenicidad, se pueden presentar signos respiratorios leves similares a un ligero “catarro” (lagrimeo excesivo, tos, estornudos, anorexia, fiebre, etc.) con inflamación de parpados, edema de la mucosa traqueal, sacos aéreos engrosados con exudado fibrinoso o caseoso.
Es importante señalar que los signos y las lesiones se presentan de manera diferente en cada brote, de acuerdo con la virulencia y la patogenicidad de la cepa presente, y que la aparición secundaria de otros agentes patógenos oportunistas en una parvada puede modificar en gran medida el cuadro de la enfermedad y hacer difícil la confirmación del diagnóstico. La asociación bacteriana es muy común en aves infectadas por influenza.
En una infección con una cepa viral de alta patogenicidad los signos y lesiones son mucho más severos, pudiéndose observar inflamación y necrosis de la cresta, patas y barbillas, deshidratación, diarrea acuosa, incoordinación, ataxia, tremor con movimientos incoordinados de la cabeza, descenso drástico en la producción con presencia de huevos frágiles o deformes. A la necropsia podemos encontrar lesiones severas en el tracto respiratorio, tapones caseosos en tráquea, neumonía, petequias serosas y mucosas (más en la mucosa de la unión ventrículo – molleja), congestión y hemorragias de diversa magnitud en órganos internos, folículos atrésicos, flácidos o hemorrágicos, postura intrabdominal, pancreatitis necrosante, nefromegalgia con acúmulos de uratos, encefalitis, atrofia de timo y de bolsa de Fabricio.

Diagnostico

Con base a estos signos clínicos, las lesiones posmortem y estudios epizootiológicos puede establecerse un diagnostico presuntivo, pero el diagnóstico definitivo solo puede confirmarse mediante el aislamiento y a tipificación del virus.
El virus puede recuperarse de muestras de tráquea, pulmón e hisopos cloacales preparando un inoculo para aplicarlo en embriones de pollo de 10 a 11 días de edad en cavidad alantoidea. Con el líquido amnioalantoideo, obtenido de los embriones muertos (48 a 72 horas posinoculacion), se realiza primero una prueba de aglutinación con glóbulos rojos de gallina y posteriormente una de inhibición de la hemoaglutinación (IH) utilizando antígenos superficiales contra la enfermedad de Newcastle. Para la tipificación del virus se realiza la prueba de precipitación en agar empleando antígeno de membrana corioalantoidea.

Prevención y control

El principal factor para evitar el ingreso de la influenza en una parvada es no permitiendo el contacto de aves sanas con aves infectadas o portadoras ni con material contaminado, para esto es importante tomar estrictas medidas de sanidad y profilaxis (bioseguridad). Además es necesario restringir el paso de aves, carne, huevo, subproductos avícolas, provenientes de áreas en donde el virus está presente.

Vacunación

Hablar de inmunización artificial contra influenza aviar ha generado expectación y polémica comenzando por el hecho de que antepone limitantes tales como la gran variabilidad antigénica que presenta el agente. Además de esto, en la mayor parte de las infecciones están comprometidas las membranas mucosas del tracto respiratorio en donde se requiere fundamentalmente la presencia de inmunoglobulinas A de secreción y estas sólo se encuentran concentradas en la sangre en un 10%.
Otro aspecto importante a considerar es que ya teniendo una vacuna efectiva contra la influenza aviar ésta deba o no ser utiliza como medio de control o erradicación en una población en la que el agente no existía.

Bibliografía


EXAMEN GENERAL DE CALIDAD PROFESIONAL, para medicina veterinaria y zootecnia, material de estudio área aves; INFLUENZA AVIAR; OCTAVIO GODOY VAZQUEZ Pp 281 -287; Edit: coordinación del sistema universidad abierta, UNAM, 1996.

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